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Equilibrio UI y UX (diseño y experiencia)

  Equilibrio, Ux

Si hay una cosa que siempre consultamos a nuestros clientes, independientemente del tipo de proyecto digital a afrontar, es el objetivo del sitio, el público objetivo, los elementos importantes que generan algo (puede ser dinero, tracción, interacción, etc)... ¿por qué? porque el producto digital se puede/debe balancear entre UI (diseño) y UX (experiencia de uso) dependiendo de esos aspectos.


UI y UX: Que es esto y en que se diferencian

UI viene de las siglas en inglés User Interface (Interfaz de usuario) y hace referencia a todos los elementos visuales de una composición utilizable en un producto digital. UX viene de las siglas en inglés User eXperience (Experiencia de usuario) y aglutina todos los aspectos de utilización, experiencia, sentimientos, ruta de uso, rendimiento, productividad y todo lo que se genera usando el producto.

Por poner un ejemplo, UI sería la composición visual de una pantalla de cualquier aplicación, sus iconos, sus colores, sus estilos... y UX sería más complejo, hablaríamos del estudio que se ha hecho para identificar que va a haber en esa pantalla aportando utilidad para el propietario o para los usuarios, a donde queremos dirigir a los usuarios, que les aporta valor, o que les generaría rechazo.

Panel de diseño UX


Elementos en juego en esta 'guerra'

Si tenemos en cuenta lo anterior, podemos valorar que hay muchísimos aspectos que entran en juego tanto de UI como de UX (más de UX) a la hora de realizar un proyecto digital: plataformas destino, público objetivo (edad, género, grupos sociales, países), objetivo del cliente, objetivo del producto, elementos que generan valor para el público, elmentos que generan valor para el cliente, estilo de diseño, adaptación a la marca, optimización de ruta, confianza en el producto, rendimiento y, no olvidarnos, del presupuesto y recursos iniciales.


Valoración y equilibrio

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, debemos llegar a un resultado que equilibre todos esos puntos para conseguir los resultados buscados por el cliente. No vamos a entrar a mirar todos los aspectos aquí, porque eso daría para un libro, pero vemos algunos ejemplos:

Nuestra propia web busca como un objetivo principal impresionar, y entre otros objetivos está el de mostrar de qué somos capaces, ya que nuestro público objetivo son potenciales clientes que quieran un buen producto digital. Tendiendo en cuenta esto, somos capaces de sacrificar en cierta medida la experiencia de uso (enlaces menos claros, menú 2 segundos más lento, animación de carga, rendimiento sacrificado, lenguaje, color agresivo...) en favor del diseño y animación, de mostrar lo que hacemos (como en la primera imagen).

Captura web Boldnesstudio
Captura web Figueroa & Echevarria

Si nos fijamos en la segunda imagen, vemos en cambio un sitio más limpio, tipografía y lenguajes claros, elementos marcados, lineas rectas, colores sobrios... y esto es porque es una web de un despacho de abogados, cuyo objetivo era simple: tener presencia en internet, mostrar su marca (y el sitio se adapta perfecto) y mostrar información de sus servicios de una forma clara para su público objetivo.

Nos podríamos ir a un tercer ejemplo más complejo, que sería una aplicación móvil, web o un software, que son productos más utilizables pero el resumen es siempre el mismo: según los objetivos, recursos y presupuesto que tengas, el resultado será distinto. Da igual si tienes unas referencias locas de tendencias referenciando a los 90s, sonido en el sitio web, animaciones 3D en un sitio que cargue en 8 segundos... tu sitio web o app será chulísimo, pero si la experiencia que genera no sirve para llegar a tu publico, o para llevarlo a donde te genere valor, será una obra de arte colgada en un cuarto de baño.